domingo, 15 de agosto de 2010

Metamorfosis II

Abandono la costa para dirigirme más al sur paso la noche en la ciudad de los volcanes, los contemplo desde el autobús sobresaliendo en el altiplano, algunas nieves. El espacio enorme recorre toda la distancia hasta la llegada al gran lago. Las nubes recorren con sus reflejos la ventana.
“La tierra le dio su cálido abrazo. Por sus venas la sangre ya no fluía, no tenía alma pero si más fuerza que nunca. Quién sabe lo que sería. Un árbol o una roca. De vez en cuando el graznido de un cuervo en el bosque o un ruiseñor que se paseaba silencioso sobre sus ramas. Cada dos o tres años el calor de una mano”. (La Metamorfosis II)

martes, 10 de agosto de 2010

La canción del indio Crow


Desde el cielo, más al sur de la madrugada anterior descubro las líneas que cruzan el valle desértico de la ciudad N. “Qué larga es la ribera de la noche, que larga es. No hay animales ya ni estrellas y el matorral de los recuerdos la vida es una línea recta...(La canción del indio Crow)”.

Sur

Abandono la sierra para dirigirme al sur. Un desierto de arena me persigue todo el día. A las 11'00 de la noche llego a la ciudad L, busco otro autobús que me llevará más al sur. En la madrugada encuentro un hostal. “Al amanecer, intenté encontrar el camino de regreso a casa, pero fue inútil. Sabes, mi casa ardió -he decidido que mi casa ardió-. Y claro que mi corazón sabe agradecer, y lo hace, los cobijos con los que me obsequia el azar o la tornadiza ternura de las buenas gentes”.Al día siguiente miro las playas solitarias de la reserva de Paracas.

viernes, 6 de agosto de 2010

En el fondo


Llego a la sierra, sigue nublado y comienza a hacer frío mañana bajaré a los desiertos y me acercaré a la costa. Desde allí en autobús comenzaré a ver el sur.
"EN EL FONDO, ¿que recuerdas del abuelo sino sus historias?... Y el final, sabes, no es feliz ni infeliz -es simplemente el final, cuando todo se acaba. Lo demás , no son sino bobadas"

domingo, 1 de agosto de 2010

Amanece. Durante el viaje a Yurimaguas, parece que el día será soleado, pero las nubes siguen amenazando tormenta. La lluvia nos acompañará todo el día.

“las voces del bosque me llaman el verso es un lago en llamas”

Gocta

Llego a Yurimaguas, paso por Tarapoto me dirijo a Chachapoyas. Ando cuatro días, pueblo de los muertos, gran vilaya, Kuelap y al final el agua de Gocta aparece colgada en las alturas como un mundo que va a caer sobre mi cabeza.

“mirar las nubes que pasan por el cielo, como quien llama a una puerta: lenta caravana que migra sobre el desierto azul. Pasan como llevando todas las botellas de tantos náufragos como levanten la vista al cielo. Pasan. Y en ese pasar, cada cual puede leer lo que prefiera: importa tan sólo saber que, en algún lugar, hay también alguien que intentando descifrar toda esa imposible heráldica. Y es cierto que se van. Pero precisamente porque se van, nos acompañan”.

viernes, 23 de julio de 2010

                           

El viaje dura cuatro días. A la llegada a Nauta se incorpora más gente procedente de la ciudad I. La lluvia nos acompaña durante el primer día, el cielo gris casi todo el viaje. El barco va haciendo paradas a lo largo del Marañón, descargando hielo y cargando pescado, en otras madera o simplemente ante la llamada de cualquier viajero que quiere abandonar esa orilla del río para dirigirse a Yurimaguas. Durante la cena del último día dejamos el Marañón para navegar por el Huallaga, siguen sin verse estrellas en el cielo sólo la selva pasa ante nuestros ojos como un travelling infinito, interminable. Durante las paradas grupos de niños suben al barco para ofrecer comida y fruta, también para vender monos o loros.

Amanece, es el último día faltan como 12 horas para llegar a Yurimaguas. La espesa niebla cubre el río y los árboles van apareciendo poco a poco como una línea desdibujada que se pierde en el horizonte.

“Entonces el viento silba o broma o llora y dice los nombres silenciosos de las rocas, los árboles, los cañaverales y los juncos, y todos los secretos de cada uno de los rincones de las casas... Y cuando esto ocurre en la noche de tu corazón se abre la rosa más imposible y bella -no la tan buscada rosa negra de los expertos, sino la cristalina rosa de los vientos: la flor que invita a huir.”